martes, 13 de abril de 2010

Anclada

Cuando provienes de la tierra del mar,
es inevitable hacer alguna comparación.
Amo el Mar y amo mi tierra
pero no nos engañemos,
el agua se puede convertir en una cárcel.

Las olas son enormes barrotes infranqueables.
Una prisión de máxima seguridad.

Creía que había conseguido escapar,
y todo lo que había deseado se cumplió.

Pero el mar es un arma de doble filo
y sus barrotes son reversibles.

Ahora añoro mi celda.
Lo añoro a él.

Si solo no se me hubiese ocurrido levantar el ancla...
quizá no estaría tan....

Anclada

Las olas van pasando y no podemos bajarnos del barco
Fuimos niños jugando en las orillas de los adultos
Ah del barco! Sé que fui yo quién primero quiso abandonarlo
Ahora dudo si me librarás de este pesado indulto.

Observas que la sal que recorre mis entrañas no cura
y si cicatriza no alivia,sino que quema de forma cruenta.
No lo lamentas,y así alimentas la media cara de la luna
para menguar la marea y que arrastre más granos de arena.

Crece una bahía de mierda, seguimos sin alcanzar buen puerto.
¡Capitán, cambie de rumbo o pronto nos estrellaremos!
Porque el punto al que vamos despide olor a muerto.
Porque si rompes el timón,conozco el lugar que arribaremos.

Donde la maldad y el amor tienen las mismas coordenadas.
Donde dejé de mirar al frente y la corriente arrastra.
Donde una botella y una brújula no nos salvan.
Donde la mar hace el olvido,y el olvido queda en nada.

Las cuentas están saldadas.

Yo pagué mi deuda,

solo deja de cobrar la tuya.

3 comentarios:

  1. la llave está adentro mío, pero está tan oscuro que no veo nada. auxilio.

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  2. Que preciosidad. Me ha llegado mu hondo.
    Un saludo.

    Señorita Dorta

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  3. Muchísimas gracias, es el mejor reconocimiento que se les puede dar a unas palabras, que se sientan.

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